LA ADICCIÓN DE LAS PANTALLAS
Es cierto que durante los últimos años se ha evolucionado mucho en la tecnología. Sobre todo en las telecomunicaciones, móviles, tablets, acceso a internet ... esto ha provocado que el empleo de las herramientas que proporcionan (chat y redes sociales) anteriormente anclados al ámbito laboral y empresarial, se haya colado en nuestras venas como algo necesario a nivel personal porque si no, no eres nadie en el mundo.
Para muchos psicólogos el hecho de ser adolescente implica tener dispositivos de última generación constantemente, incluso aunque los padres no lo tengan.
Así que, no es de extrañar que los padres se pregunten si en verdad, sus hijos son o no, adictos al móvil y / o a las redes sociales.
peguntas como: ¿Es malo el uso del ordenador para los niños y adolescentes?, ¿debemos prohibir el uso a los hijos?, ¿qué hacer si en verdad tiene adicción?, etc... son las que ahora, verdaderamente conducen a los padres al camino de la amargura.
Clínicamente no se tratan como adicción, pero sí crean diversos problemas sobre todo a la hora de prestar atención durante las sesiones de estudio. Para ello, hay diversos consejos para evitar que el mal vaya a más, como son instalar aplicaciones que te inhiban el uso de redes sociales durante "equis" horas, o ponerlo en modo avión para evitar la llegada de noti
ficaciones o simplemente llevarlo a otra habitación o dárselo a los padres mientras se estudia.
Clínicamente no se tratan como adicción, pero sí crean diversos problemas sobre todo a la hora de prestar atención durante las sesiones de estudio. Para ello, hay diversos consejos para evitar que el mal vaya a más, como son instalar aplicaciones que te inhiban el uso de redes sociales durante "equis" horas, o ponerlo en modo avión para evitar la llegada de noti
ficaciones o simplemente llevarlo a otra habitación o dárselo a los padres mientras se estudia.
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