BIOÉTICA
La bioética es la parte de la ética que se ocupa de analizar, estudiar y promover aquellos valores y principios que recogen la medicina y la biología. Debido a que engloba a todas las personas y animales, y no sólo al equipo médico, la bioética plantea diversos problemas de debate. Algunos ejemplos serían: el uso de animales como "conejillos de Indias" para pruebas de productos cosméticos y medicamentos, el aborto, la eutanasia, la donación de órganos, llegando hasta los problemas de medio ambiente.
Así mismo, para valorar los distintos escenarios, plantea cuatro principios básicos: autonomía (respeto a todas y cada una de las personas con sus respectivas decisiones), beneficiencia (si hablamos del ámbito médico, el terapeuta debe elegir aquellas opciones que beneficie al paciente), la no maleficiencia (se intentará siempre mantenerse al margen de aquellas acciones que puedan acarrear un perjuicio físico o emocional) y, por último, la justicia que va a tratar de imponer un pacto equitativo para todos sin importar el nivel sociocultural, religioso, político, etc.
Ahora expondré un tema relacionado con lo que estamos hablando y luego daré a conocer mi opinión.
El aborto
Se conoce como aborto a la interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo antes de que el embrión o el feto estén en condiciones de vivir fuera del vientre materno. Obviamente, el caso que nos ocupa es el aborto voluntario. Hay un cálculo que estima que unos 46 millones de mujeres se someten a esto cada año. De los cuales unos 20 son sin asistencia médica, poniendo en peligro, también, la vida de la mujer.
Generalmente, a nivel legal, se distinguen dos tipos diferentes de abortos: los terapéuticos (en los que se contempla la posible puesta en riesgo de la vida de la madre si el embarazo llega a término o si el bebé pueda padecer alguna enfermedad genética o congénita de gravedad) y los electivos (en este caso, se contemplan las violaciones sexuales o el no deseo de tenerlo debido al nivel socioeconómico, aunque, en este caso, es demasiado limitado).
Personalmente, lo veo como un tema delicado. Está claro, que si el bebé ya puede reaccionar ante estímulos, o tiene latido cardíaco, para mí ya es vida y a partir de ese momento no vería conveniente el hecho de abortar. Sin embargo, tomando como referencia la libertad de cada mujer y las condiciones de cada embarazo (malformaciones del feto, peligro de vida de la madre o el niño, violación, etc), yo lo apoyo.
Así mismo, para valorar los distintos escenarios, plantea cuatro principios básicos: autonomía (respeto a todas y cada una de las personas con sus respectivas decisiones), beneficiencia (si hablamos del ámbito médico, el terapeuta debe elegir aquellas opciones que beneficie al paciente), la no maleficiencia (se intentará siempre mantenerse al margen de aquellas acciones que puedan acarrear un perjuicio físico o emocional) y, por último, la justicia que va a tratar de imponer un pacto equitativo para todos sin importar el nivel sociocultural, religioso, político, etc.
Ahora expondré un tema relacionado con lo que estamos hablando y luego daré a conocer mi opinión.
El aborto
Se conoce como aborto a la interrupción voluntaria o involuntaria del embarazo antes de que el embrión o el feto estén en condiciones de vivir fuera del vientre materno. Obviamente, el caso que nos ocupa es el aborto voluntario. Hay un cálculo que estima que unos 46 millones de mujeres se someten a esto cada año. De los cuales unos 20 son sin asistencia médica, poniendo en peligro, también, la vida de la mujer.
Generalmente, a nivel legal, se distinguen dos tipos diferentes de abortos: los terapéuticos (en los que se contempla la posible puesta en riesgo de la vida de la madre si el embarazo llega a término o si el bebé pueda padecer alguna enfermedad genética o congénita de gravedad) y los electivos (en este caso, se contemplan las violaciones sexuales o el no deseo de tenerlo debido al nivel socioeconómico, aunque, en este caso, es demasiado limitado).
Personalmente, lo veo como un tema delicado. Está claro, que si el bebé ya puede reaccionar ante estímulos, o tiene latido cardíaco, para mí ya es vida y a partir de ese momento no vería conveniente el hecho de abortar. Sin embargo, tomando como referencia la libertad de cada mujer y las condiciones de cada embarazo (malformaciones del feto, peligro de vida de la madre o el niño, violación, etc), yo lo apoyo.
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